El Principito (Antoine Saint-Exupéry)
El Principito (Antoine de Saint-Exupéry)
Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan).
La magia de este libro radica en la desarmante sencillez de su narrativa. Como a menudo ocurre, los mensajes calan más hondo en nosotros, y se cap`ta mejor lo esencial, cuanto más sencilla es la explicación de las cosas que, siendo sencillas, se vuelven complicadas por cómo las afrontamos. Una pequeña joya de la literatura universal que nos recuerda tantas cosas que hemos olvidado creciendo. Lectura recomendada para los niños, pero sobre todo para los adultos, a quienes tiene muchas cosas que reenseñarnos.
El autor, de manera original, describe el mundo de los adultos a través de los ojos inocentes de un niño, resaltando los comportamientos irracionales y a menudo inútiles que llenan las vidas adultas. El pequeño príncipe vive en un planeta tan pequeño que puede admirar las adoradas puestas de sol cada vez que quiere con simplemente cambiar la silla de sitio. Su única compañía es una rosa, cuya semilla llegó allí desde quién sabe dónde. No es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su “planeta”, ha habido otras, pero ésta es la que ha “florecido” y perdura, es la metáfora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Responsable de la huída de su planeta del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.
El suyo es un viaje largo y tortuoso en el que se encuentra personajes pintorescos que le muestran un mundo hasta ese momento desconocido para él. Hay quien cuenta y recuenta las estrellas afirmando poseerlas como un capital; quien cree reinar en el Universo cuando no hay nadie que sepa de su existencia; quien es vanidoso y vive a la espera de que alguien lo admire.
Cada personaje refleja un aspecto de la habitualmente tediosa y vacía vida de los adultos.
Una vez en la Tierra, el principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, explicándole, entre otras cosas, que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
“Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos”.
Otros “regalo” que le hace el zorro, cuando le explica:
“los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos”
Un libro que deberían imponer cada año en la escuela, y luego de mayores, leer al menos una vez al año. Una historia que no tiene edad, dirigido a todo el mundo, y en especial a quienes aman crear lazos y creen en la amistad y en las relaciones humanas simples.
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